EN TORNO A LA
Hoy hemos tenido la oportunidad de leer un artículo muy completo sobre la Literatura Infantil y Juvenil donde encontramos muchas respuestas y pautas a la hora de realizar nuestra futura labor docente. Se trata de un texto de
Juan Cervera Borrás en el que analiza las diferentes visiones y criterios sobre la Literatura Infantil y Juvenil y cuestiona cual es el uso didáctico adecuado para los destinatarios más jóvenes.
Si quieres leerlo haz "click" en el siguiente enlace:
"Las palabras nacen, crecen, se desarrollan, se transforman y también mueren. Las palabras suben y bajan, son transportadas de acá para allá, como el agua de una noria".
Juan Cervera Borrás
La literatura, al igual que todo en este mundo, está abierta a la evolución, ya que las necesidades que se manifiestan actualmente distan mucho de las que se podían tener en un principio. A lo largo de los tiempos, la Literatura Infantil y Juvenil se ha ido abriendo camino, un camino lleno de posibilidades.
ResponderEliminarEs cierto que la literatura, en sus principios, no tenía destinatarios jóvenes a los que dedicar la escritura de obras, ya que la escolarización era mínima. Por ello, a medida que fue surgiendo esta necesidad, se fueron buscando alternativas. Pienso que la literatura ganada fue un gran acierto, ya que los más pequeños de la época pudieron disfrutar de historias y fantasías que despertaban su imaginación y que, si bien no eran expresamente escritas para ellos, les fueron de gran importancia en su infancia, ya que eran personajes acordes a su época con los que se podían ver identificados.
Porque realmente de eso se trata de que la Literatura Infantil y Juvenil sea significativa y les ayude a fomentar la imaginación y la creatividad, además del hábito lector y el gusto por la lectura.
Como he dicho antes, debido a la falta de destinatarios y quizás por la falta de material, surgió la literatura ganada, pero creer que hoy en día no hay Literatura Infantil y Juvenil sería estancar esa evolución. Las necesidades cambian y los intereses también. Por ello las obras han de ser cada vez más creativas y acordes a los tiempos que vivimos. Obras significativas en las que los niños se puedan ver identificados con los personajes, acordes a su desarrollo cognitivo y a su entorno social.
Hoy en día, como vemos, existe mucha variedad en cuanto a Literatura Infantil y Juvenil, obras de todo tipo que pueden despertar el interés de los más pequeños, por ello, hemos de darles libertad a la hora de elegir una obra para leer, orientarles y no permitir que la lectura sea para ellos una imposición.
Por esta razón, está en nuestra mano que no nos dejemos llevar por las editoriales y como señala el autor en el texto, que no abusemos “de los libros, que no literatura, instrumentalizados” y nos impliquemos más en los intereses de nuestros alumnos y alumnas para poder conseguir que esta evolución que se está produciendo en la Literatura Infantil y Juvenil no se estanque con imposiciones y manipulaciones y siga su curso.
Uno de mis grandes desconocimientos está relacionado con el campo literario. Yo soy estudiante de Bachiller y la literatura que vimos en el aula se limitaba a lo que hoy llamamos literatura clásica. Me gratifica enormemente trabajar la asignatura de “Didáctica de la lengua y literatura española” porque está abriendo mi mente y conocimiento hacia el concepto de literatura.
ResponderEliminarLa literatura ha evolucionado, ha crecido y llega tanto a los lectores principiantes como expertos. Crear libros dedicados a un público infantil y juvenil es depositar una riqueza cultural en sus manos. Que las lecturas sean adaptadas, de fácil comprensión, sencillas, amenas o simplemente atrayentes, es una fuente de sabiduría, es aprender a dominar la lengua, aprender a expresarnos, es sencillamente desarrollar una habilidad lingüística desde la diversión o el ocio y lo que es más importante sin que seamos conscientes de ello.
Que la literatura infantil y juvenil esté en pleno y continuo desarrollo es un síntoma de que su uso y demanda está en aumento. Podemos, por tanto, considerar un síntoma positivo este crecimiento ya que nos manifiesta el florecimiento de la lectura en un público de corta edad.
Nos ayuda a conocer y acercarnos a otras culturas, nos abre por tanto la mente hacia otros entornos. La lectura nos hace secuenciar mentalmente con imágenes fantaseadas lo que nos dicen las letras, las frases, las páginas… en definitiva el autor. Nuestra mente nos habla mientras leemos, nos hace reflexionar y razonar nos ayuda a crecer y formarnos como personas, es por ello que la lectura debe estar al alcance de cualquier lector y si es menor, mayor será su formación porque dispondrá de más tiempo.
La literatura infantil es un término emergente y los autores de dicha literatura pueden crear obras con identificación emocional como defiende Cervera en su artículo haciendo alusión a situaciones reales disfrazadas o que sean obras cuya única finalidad sea la de entretener, sin explicación y sin moralidad.
ResponderEliminarEs cierto que leer y escribir aparecen como objetivos prioritarios en la educación primaria. No obstante, cabría considerar un error limitarnos a los objetivos puramente lingüísticos de la lectura ya que la literatura producida en diferentes etapas históricas nos aporta grandes conocimientos sobre el contexto social originario de cada una de ellas. Sin la literatura hoy no podríamos saber, por ejemplo, las razones por las que Cervantes creó a Don Quijote.
La escuela, en este sentido tiene que saber distinguir entre la lectura escolar y la lectura personal o de ocio. Las lecturas obligatorias, que son las lecturas escolares, hay que aceptarlas y realizarlas. Como maestros, tenemos que elegir obras que puedan gustarles y animarles a leer, pero también que sean de cierta calidad. Y como nosotros somos quienes decidimos las lecturas, debemos elegir tanto obras que deban conocer por cultura popular como obras de literatura infantil y juvenil.
La lectura obligatoria debería ser una parte de lectura elegida con unos fines de conocimientos culturales. Además, debería haber otro porcentaje de lectura libre, es decir, dejar leer lecturas de la propia elección, pero dentro del centro escolar. Esto se puede conseguir con las bibliotecas del centro, siempre que dispongan de recursos, libros de calidad que ofrecer a los alumnos, y suficiente diversidad de opciones para elegir. Si el colegio no puede hacer frente a los gastos que esto comporta, se puede proponer que la biblioteca esté compuesta por libros de los profesores, de los alumnos y de las editoriales que los presten, siempre bajo la supervisión y aceptación de los docentes.
Sin embargo, tenemos que prestar mucha atención a la forma de presentar estos libros a nuestros alumnos, porque tienen que entender que son lecturas de ocio y, por tanto, no les aportarán la misma riqueza léxica, cultural e histórica.
En los primeros años de lectura no podemos obligarles a leer a autores que forman parte del canon literario, cuya complejidad narrativa impide que los alumnos asimilen dichas obras. Por eso, tenemos que ser conscientes de que no todos los libros que se ofrecen son literatura, pero sí pueden ser divertidos y de su interés. Porque como el autor del artículo declara, tenemos que adaptarnos a las necesidades e intereses de los niños, no a las de los adultos. Podemos ofrecerles una serie de libros adaptados a su edad, que les hagan crear un hábito de lectura que en un futuro le haga tener interés por grades autores.
El aprendizaje literario escolar, en cualquier etapa, debe ir enlazado a las capacidades de comprensión lectora y de recepción literaria y adaptarse a los diferentes niveles. La escuela, en este sentido, tiene un papel compensador, pues tiene que regular las lecturas obligatorias y libres.
Por último, destacar que tenemos que hacer comprender a los alumnos que la lectura no sirve siempre “para” algo, también se puede disfrutar con ella.
Sara Navarro
Desde mi punto de vista, considero que la literatura infantil y juvenil es un género igual de bueno, he incluso, en muchas ocasiones mejor que algunas novelas de actualidad.
ResponderEliminarEs cierto que en los últimos tiempos, la literatura dedicada a un público “más pequeño”, ha ido aumentando su estatus en la sociedad, todo ello es debido a diversos factores no solamente comerciales o de las editoriales, sino sociales, educativos y endógenos. En este caso podríamos hablar de intereses por la defensa de obtener una literatura adaptada, es decir, creada únicamente para dichos destinatarios, los niños; no una literatura ganada, aunque también se considera literatura infantil y juvenil, realmente no es propia de la literatura infantil y juvenil, es modificada y prestada de literatura para adultos.
Este hecho es positivo, pues siempre será mucho más agradable para los niños y los jóvenes leer un libro que atienda a sus “necesidades intimas”, como bien dice Juan Cervera Berrás, que no un libro sin interés alguno para ellos, y sin atender a sus necesidades.
Por otro lado, hemos de preguntarnos ¿Realmente todos los libros que se publican como literatura infantil y juvenil, están destinados solamente para niños y jóvenes? Ante esta pregunta mi respuesta es no, pues cada uno damos un significado diferente a un mismo libro, es por ello, que un niño le dará un significado más “inocente” o lo considerará una simple historia, mientras que para un adulto, todo libro tiene un fin, es decir no solamente mira la trama, sino que le da un toque de moraleja y valora el placer estético para el que ha sido creado.
Para finalizar, he de decir como futura maestra, que siempre será mucho más beneficioso ofrecerles a los alumnos una literatura exclusivamente destinada para ellos, para sus gustos, sus aficiones, sus intereses, pero sobre todo para sus necesidades, no obstante, para que en ellos se despierte ese afán por la lectura de aquello que realmente les gusta leer, y sobre todo entienden.
Literatura: Dícese del conjunto de las producciones literarias de una nación, de una época o de un género. (Diccionario de la Real Academia Española). Así pues, y atendiendo a la anterior definición, SÍ puede existir un género infantil y juvenil.
ResponderEliminarPartiendo de esta base, “la literatura infantil y juvenil, es un acto de comunicación, de carácter estético, entre un receptor niño, y un emisor, que tiene como objetivo la sensibilización del primero y como medio, la capacidad creadora y lúdica del lenguaje. Debe responder a las necesidades y exigencias de los lectores” (Petroni, G. El libro infantil). Es decir, tal y como menciona en su artículo Juan Cervera, la literatura infantil y juvenil debe dar respuesta a las necesidades más íntimas del niño.
Dicho esto, me gustaría mencionar que a mi parecer, el problema de la literatura infantil y juvenil reside en lo que hoy en día la mayoría de gente tiene por referentes de libros infantiles. Estoy hablando de cuentos como Hansel y Gretel, La bella durmiente, Caperucita Roja, etc. Esas historias extendidas por Waltdisney pero que anteriormente eran conocidas como “Los cuentos del Grimm”
( http://www.grimmstories.com/es/grimm_cuentos/index ). Estos referentes nuestros a la literatura infantil, son cuentos pertenecientes a lo que Cervera denomina como “literatura ganada”, y que en sus orígenes eran historias frías, crudas y crueles. Así pues, ¿quién todavía no es capaz de ver la imperiosa necesidad de dar luz a un género literario creado, exclusivamente, para un público joven e infantil? Una literatura nueva que responda a las peticiones de nuestros niños, y que no corra el riesgo de caer en la denominada instrumentalización.
Para finalizar con mi comentario, aquí os dejo el enlace al artículo: "¿Existe una literatura infantil? de Michel Tournier.
ResponderEliminarAlgunos ya lo conoceréis, pues lo vimos en clase el año pasado. No obstante, no he podido evitar dejarlo para aquellas personas que no lo vieran, ya que considero que es un artículo muy interesante y a la vez muy relacionado con lo que venimos tratando.
http://www.imaginaria.com.ar/09/6/tournier.htm